Me gustaría que hoy habláramos de cosas que por natural tendemos a confundir, y lo hacemos porque es más fácil confundir que aceptar, porque al aceptarlo tenemos que buscar una explicación; Aquí van algunos ejemplos típicos:
-aburrimiento con hambre; cuando no tenemos nada que hacer y necesitamos llenar el tiempo. El comer nos distrae en el momento de su elaboración, mientras comemos y después ¿después? Si, puesto que al comer y sentirnos llenos tendemos a dormir, cosa que hace que olvidemos el aburrimiento
-cansancio con sueño; cuando nos sentimos cansados por haber trabajado muchas horas por ejemplo tendemos a dormir ¿por qué? Pues porque si intentamos descansar sin dormir nos sentimos aburridos y como dije anteriormente esto se confunde con hambre, y claro si estamos cansados no queremos cocinar y luego fregar por lo tanto decimos que tenemos sueños y abreviamos el problema
-sexo con ser cariñoso; en el momento en el que le dices a tu pareja que te sientes mimosa o melosa el activa su botón del sexo y sí te hará carantoñas pero todo con un fin al que al final se suele acceder. Esto parte del pensamiento pragmático, es decir de que las cosas que hacemos sean útiles y muchas veces caemos en error en decir “el cariño es algo necesario para el sexo” porque puede haber cariño de per se.
-injusto con envidia; en ocasiones cuando vemos a alguien que nos cae mal con algo bueno decimos que es injusto pero sólo es porque realmente no queremos utilizar el término “envidia” pero tal vez esa persona se lo merezca, no hemos de ser injustos por envidia.
A partir de este post os recomiendo llamar a las cosas por su nombre, si no diagnosticamos realmente nuestras sensaciones no podemos ponerle remedios útiles. Si tienes hambre, come. Si tienes aburrimiento lee, ve la tele, sal. Si estás cansado hazte un masaje, descansa y haz algo del paso aburrimiento. Si tienes sueño duerme. Si quieres sexo, pídelo. Si quieres cariño especificado. Si tienes envidia piensa en lo que tu tienes bueno. Y si es injusto realmente reivindica.
AgathaTeLoCuenta
El lenguaje está programado para la evasión de la responsabilidad. Algunas personas son fábricas de la negación y de la excusa, pero ser honesto con uno mismo es el mejor paso adelante para lograr una vida mejor. Claro que, por otro lado, si no le damos un poco de maquillaje a las querencias, puede parecer que somos máquinas frías, como robots.
Otras veces ocurre que ni uno mismo sabe lo que quiere, que también suele pasar, jaja.
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Estoy muy de acuerdo con lo último Óscar, a veces no somos más claros porque no podemos, nosotros mismos nos encontramos confundidos. Pero hay que intentar analizarse un poco para saber qué es lo que se siente en cada momento, sin caer claro en lo que tu mencionas de ser máquinas frías.
Muchas gracias por tu visita y tu comentario.
¡Un saludo!
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Me ha gustado muchísimo esta entrada, sobre todo la parte en que explicas como el lenguaje muchas veces enmascara los sentimientos. La mezquindad, me temo, forma parte del ser humano, estamos programados para envidiar lo del otro porque si lo envidiamos es porque creemos que el otro vive mejor con eso que tiene, y genéticamente estamos programados para la supervivencia.
Muy interesante este tema.
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