La igualdad en la literatura

¡Muy buenas y bienvenido a mi blog lector!

Resulta que hoy me ha dado por tratar temas importantes en el blog como la ortografía  ¡Ojo! Esto puede destruir tu trabajo literario en el anterior post o este actual sobre la igualdad en la literatura.

¿Protagonista hombre o mujer? ¿Qué carácter le ponemos a cada uno? ¿Cuándo caemos en una falta de equidad o en un menoscabo de un sexo?

Hay que tener cuidado tanto en un sentido como en otro, es decir, en caer en la falta de equidad y en catalogar algo como machista/feminista si no lo es.

Vamos a poner una serie de ejemplos para a ver si se entiende la situación:

Perspectiva narración mujer:

  • El hombre fuerte y musculoso de metro noventa me imponía con su altura:  No es falta al sexo femenino. Cualquier tío musculoso de esa altura acojona aunque no esté haciendo ningún acto de intimidación.
  • El hombre varonil y con la mandíbula tensa y cuadrada: Vamos a ver señores, que no voy a poner «un fideo con cara de chistoso venía a conquistarme con sonrisa amplia» sino ya se conocen, salen y fin. Normalmente se busca una confrontación de caracteres.
  • Quería romperle la cara de machito: Es una frase hecha, no responde al feminismo sólo a una forma de decir que tras una discusión con confrontación de caracteres quieres pegar a tu interlocutor.

Perspectiva narración hombre:

  • La mujer pequeña, tierna y delicada:  Que sí, que hay mujeres menos pequeñas, menos tiernas y menos delicadas pero es una descripción tan válida como si poner que es pelirroja. Y seguramente esta descripción se verá sumada con Valiente y decidida. Paciencia
  • Era graciosa su forma de encararme como si pudiera destruirme en algún caso: Si una mujer de 1.59 se enfrenta a uno hombre de 1.90 ya puede tener huevos y ser una máquina letal de las artes marciales

Vistos unos ejemplos hay que tener cuidado en no menoscabar la titularidad de derechos de ninguno de los sexos con actitudes que pudieran vulnerar la dignidad o el honor de cualquiera de los dos.

Hay que ser permisivos en las comedias de humor de extremos porque sin esta polarización los personajes carecen de enfrentamiento suficiente como para sustentar una novela.

Hay que entender en las novelas de seres fantásticos que algunas razas por su naturaleza medio animal responden a una jerarquía y unos principios que podríamos catalogar de machistas (el típico: es mía; sentía que nadie podía tocarla; no debía salir de allí sin mi conocimiento)

Y es que el caso es que entramos en ocasiones en discusiones inútiles y absurdas sobre la vulneración de los sexos cuando no hay narraciones desde puntos de vista femeninos o habiéndolos no se ha conseguido dar una forma adecuada. Hay que ver quien lo escribe y ver si hay racionalidad de poca adecuación.

Ahora bien, hay cosas de la literatura que no debería ser normales de ver y que sin embargo lo son. Hay relatos que contienen connotaciones machistas en los que se consideran bonitos de los recuerdos de una noche. Hay relatos que contienen connotaciones de la opresión de la mujer en circunstancias en las que ésta se ha paliado.

Me gustaría saber mediante los comentarios si alguna vez habéis tenido que dejar de leer algo por no gustaros las connotaciones que tenía o qué cambiaríais de novelas actuales por la mala imagen

¡Nos vemos en el próximo post!

 

5 comentarios sobre “La igualdad en la literatura

  1. Es un tema que da para bastante, dependiendo de si la «voz» del narrador es omnisciente y objetiva, si baja a comunicar parte de los pensamientos de algún personaje, de si directamente la visión es de un personaje… Personalmente, intento siempre que cada uno de mis personajes reflejen su personalidad, me guste o no me guste, pero cuando escribo como narrador «puro», creo ser lo más aséptico posible, dejando también que quien lea la obra interprete a su modo.
    Alguna vez he dicho que intento equilibrar el número de personajes femeninos y masculinos, como una muestra de equidad narrativa, y dar características únicas a cada cual, con sus bondades y sus taras, para hacerlos lo más realistas posibles: tengo personajes que son un cielo, pero también auténticos bastardos, a los que, evidentemente, les tengo que dar voz. Otra cosa es lo que comenta Carlos justo antes: el narrador omnisciente, de vez en cuando, puede caer en una recreación desmedida de actos no justificable para el argumento con el único fin de crear polémica o atraer con lo grotesco.

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    1. Muy buen comentario este tuyo; Todo depende del narrador, porque si es omnisciente de alguna manera debe ser más objetivo que si estamos hablando desde el punto de vista de un personajes con su personalidad.
      Lo que dice Carlos si es cierto y es por ello que abrí esta entrada.
      Un beso y gracias por comentar 🙂

      Le gusta a 2 personas

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