A priori podríamos pensar que sí, solemos decir que mientras que sean de la otra persona los animales nosotros lo toleramos, pero ¿esto realmente se puede seguir llevando de esta manera en el futuro?
Difícilmente, ¿por qué? Pues porque si yo soy una amante de los animales, querré tener algunos, y estos, influyen en mi economía, en mi comportamiento y hasta en mi tiempo libre
¿Y? Pues que si la relación acaba por ser seria y acabamos por vivir juntos, es complicado que los animales sean solo míos. Yo no aguantaría ningún acto cruel hacia mis animales, no me gustaría que mi pareja se quejase constantemente de lo que hacen (¿puede que no se queje? Complicado también, para alguien al que no le gustan los animales le suele resultar desagradable el olor de la comida de mascota, las camas o objetos de animales y eso seguramente acaba en discusiones).
Además, hemos de sumar que si la relación avanza aún más se llega a lo que llamamos economía doméstica donde se suelen sumar sueldos y a partir de ahí hacer frente a las facturas y demás gastos ¿Si nuestra pareja no es amante de los animales, cuánto tolerará desviar cierta parte del dinero en el gasto de nuestras mascotas?
Habrá quien diga que la situación tiene una solución sencilla “tus mascotas, tu gasto”. Vale, podría ser, pero entonces me niego a aportar a la economía doméstica dinero para ciertos gastos. Vale, ¿entonces cada uno lo suyo? Podría ser, pero esto merma una relación, se hace difícil llevar una convivencia tanto fuera como dentro de la casa si hay cosas imprescindibles para nosotros que para nuestra pareja no lo es.
Vamos a poner un ejemplo que lamentablemente se da en bastantes ocasiones: Nuestra mascota sufre un accidente o padece una enfermedad; los costes del veterinario son caros. Normalmente exceden de lo que una persona puede pagar sin ningún tipo de sacrificio. Entonces…¿si le pedimos a nuestra pareja que recorte gastos para poder pagar el veterinario…cuál es su contestación? Y si es no ¿podemos perdonarle que no quiera salvar a nuestra mascota?
Yo…que soy amante de los animales, no, no podría, de hecho no podría desde un principio sentirme compatible con alguien que fuera cruel con los animales, y me costaría empezar con alguien que no fuese amante de ellos.
Lo único que puedo decir es que si tu amas algo (en este caso tu mascota) y tu pareja te ama a ti, debería amar aunque indirectamente a tus animales porque es algo que mantiene tu felicidad; Si es así podría llegar a tener futuro una relación entre amante y no amante de los animales. De cualquier otro modo lo dudo.
Para terminar me gustaría citar a Arthur Schopenhauer:
“La compasión hacia los animales está tan estrechamente ligada a la bondad de carácter que se puede afirmar con seguridad que quien es cruel con los animales no puede ser una buena persona”
AgathaTeLoCuenta