Mi uña se ha roto trabajando (Tranquilo sigue leyendo)

Muy buenas queridos lectores, por mi título quizás os estéis preguntando si he venido a escribir sobre mis uñas y aunque a priori puede parecer que si (pues lo he hecho en otros artículos) no es eso de lo que quiero hablaros

¿Entonces?
Os quería comentar una realidad que pasa inadvertida para todo aquel que ve la escena desde fuera ¿qué escena?

Cuando se nos rompe una uña, todo el que lo ve piensa “insignificante” pero puede serlo  o no. Depende de las circunstancias: SI nos hallamos sin nada que hacer, de vacaciones o simplemente somos personas con pocas ocupaciones posiblemente le demos a este hecho una relevancia desmedida, nos pongamos a lavar el dedo, sacar el cortaúñas, la lima y depende de lo exagerado el pintauñas para retocar.

Pues bien, todos somos así hasta la edad adulta ¿qué tiene que ver aquí eso?

Llega un momento en el que sin darte cuenta han pasado los días y como así es la vida se te rompe otra uña, pero en esta ocasión solo dices “ay” y sigues con tu vida ¿qué ha pasado con todo lo que hacías cuando se rompía? Pues que has crecido, y con ello tus responsabilidades; Si estas trabajando no puedes parar por una nimiedad como esa, y además tampoco quieres hacerlo porque te das cuenta de que no es relevante y que puedes vivir con ello.

Interesante comparación entre las uñas y la madurez ¿No? En ocasiones oímos problemas de la gente, incluso de nuestros amigos que no nos parecen importantes y pensamos algo así como “sabrá este qué es tener problemas” pero lo que no hacemos es ponernos en su situación

“Ya Agatha pero eso no es nada con lo que sufro yo ¿Qué hago? ¿No digo nada?”

Lo que debes hacer, o al menos todos deberíamos intentarlo es ver en qué grado de madurez se encuentra la otra persona porque tal vez precisamente por sus distintas circunstancias personales su máximo problema sea la rotura de una uña

Gracias por leerme y feliz comienzo de semana

AgathaTeLoCuenta