Relato: El día que me vaya…

Llegará un día, diferente y prometedor, en el que coja mis cosas y no vuelva. Y justo entonces te atreverás a llamarme cruel…

Dirás que jamás te dije palabra alguna u advertencia, que no hubo señales y todo fue repentino e inesperado. La gente, desconocedora de todo hecho pero siempre dispuesta opinar hablará de mi maldad e inconsciencia y también de mis impulsos tan extraños que tal vez era yo la que no te merecía.

Y entonces, esa gente te convencerá de que ha sido lo mejor, pero en el fondo de tu alma, donde ya no opina nadie, te sentirás sólo por todo lo que no apreciaste…

Porque, amor, mientras te quiero te digo que:

El día que me vaya no te responderá nadie con sonrisas a tus caras de sueño…

El día que me vaya no te reirán las bromas absurdas…

El día que me vaya no te ofrecerán calma y paz cuando lo necesites…

El día que me vaya no tendrás quien sin hacer nada, lo haga todo …

Y entonces querrás volver ¿pero sabes qué?

El día que me vaya me daré cuenta de que yo también merezco sonrisas al despertarme, que se rían de mis bromas, que me den paz y no estados de furias y monstruos a amansar. Alguien hará por mi todo sin que parezca hacer nada…

Y entonces te olvidaré, y la situación que tú creaste caerá sobre ti mismo y aprenderás…Y tal vez y solo tal vez podrás escribirle a otra persona un día una carta similar a esta porque habrás aprendido a valorar lo realmente importante.

Relato: De octubre a enero…

Cuando llegaste a mí, Octubre, pensativo y malicioso te hiciste pasar por quien no eras; alguien tranquilo y bondadoso que no daría problemas.

En Noviembre te rebelaste y te soltaste un poco el pelo, y con baches y caídas logré llegar primero

Pero en diciembre, aguas mansas y una lluvia tormentosa, me invitaron a dejarme llevar por cosas tan hermosas…

La ilusión llego en Enero vistiéndose de nieve, dejando un año que aún no se mueve,

invadido por el reloj, mostrando decepción de no haber cambio alguno

¿Es que acaso pensaste que cambiaría tu futuro?

¡Sí pasó un año del 2016 al 2017! Pero no te olvides que no es real, que pasamos sólo de una hora a otra y nada más…

¿Y qué si sueño despierta?

Y resulta que un día aparece alguien, no importa quién, que por alguna extraña razón ve la necesidad de decirte que renuncies a tus sueños. Y muchos de los que lean esto a priori pensaran que es fácil no hacer caso a ciertos comentarios pero.. ¿y si…?

Y esa persona casi que ni si quiera lo hace con maldad, pero tú, filósofo, escritor, aventurero, fotógrafo… sientes que algo se rompe dentro de ti, ¿el por qué? porque marcas el resto de tu día con el «y si..» (y si tiene razón, y si estoy perdiendo el tiempo, y si nadie me lee, y si no publico nunca)

Y te sientas reflexivo en el sofá con las piernas cruzadas y la taza de té hirviendo entre tus temblorosas manos, y te quedas pensativo mirando por la ventana un día gris frente a ti, y….¡OYE, ESPERA!

Claro que voy a usar el Y si.. pero a mi forma:

Y si jamás renuncio a lo que quiero..

Y si me hace feliz tan sólo por el mero hecho de hacerlo…

Y si lucho por conseguirlo..

Y si veo el día medio soleado y no medio nublado

¿Y qué si sueño despierta?

Es mi sueño, es nuestro sueño. A lo mejor esa persona nunca consiguió al suyo, o tal vez renunció a él. No caigas en enfadarte con esa persona porque.. ¿no debería darte lástima? Tú sigues teniendo tu sueño, el se conforma con intentar destruir el tuyo.

¡A LUCHAR!

El amor con los ojos cerrados

¡Oye! Y…¿Es tan fácil enamorarse?

Hay quien dice que una vez que te miras con esa persona todo cambia y todo cobra sentido; la atracción es inevitable y el cuerpo pide acercamiento, porque cuando es ésa persona, queremos sentirla cerca e inevitablemente quererla y protegerla…

Ahora conozcámonos con los ojos cerrados ¿quieres?

Resulta que nada cambia ¡sorpresa! Aunque te conociera en la más absoluta oscuridad, en el peor momento de mi vida, sería el indicado, porque acaso ¿»no era el momento» o «fueron las circunstancias» no son más que excusas de que tal vez sin motivo aparente no es para ti? Y..¡Oye! que no se necesita más motivo, que sólo hay una persona que es de verdad, no tu media mitad, sino tu entero.

Y resulta que si tiene que ser, es

Y que tanto si lo ves como sino la vida os cruza

Y que ya no hay marcha atrás

Y que no importa como estuvieras

Y que ahí tienes lo que todos dijeron que buscaras y tu dijiste que no existía

Y… ¡Oye! ¿Es tan fácil enamorarse?

Minirelato: Ojos verdes

Unos ojo me observan desde la ventana del edificio de enfrente. Para ser exactos está a un piso de altura por encima por lo que debo inclinar ligeramente la cabeza haca arriba. Son verdes, de un intenso verde que penetra en la mirada. Me escondo tontamente en un impulso tras la cortina y me llevo la mano al pecho, mi colgante de cascabel brillante suena y por algún motivo me tranquiliza, es un collar que suele llevarme a situaciones inesperadas.

Al rato, después de retraer mi malestar por una razón que no llego a entender vuelvo a asomarme a la ventana. Respiro tranquila e intranquila al mismo tiempo por no ver aquellos ojos verdes.

Al moverme un poco vuelvo a verlos fijarse de forma penetrante en mí, maldigo que el seductor no tenga la luz de su cuarto encendida e inesperadamente empiezo a imaginarme historias de sexo con un hombre de metro noventa y unos bonitos ojos verdes.

Como una inconsciente salto a la escalera de incendios y los ojos se mueven en la oscuridad siguiéndome.

Algo me invita a ir hacia allí, quiero conocerlo, esos ojos expresan deseo…

Me acerco a la ventana del extraño y me quedo congelada, mi hombre…es un lindo gatito que «desea» mi colgante de cascabel.

Me lo quito y se lo doy; Lo veo feliz, al menos uno de los dos ha encontrado lo que quería.

Le dejo y me vuelvo a mi habitación pensando que…a veces vemos…lo que queremos ver…

Agathatelocuenta (Iris Montes Meseguer)